Cáncer de hipofaringe - Visión general
El cáncer de hipofaringe es una enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la hipofaringe. Es un tipo de cáncer de cabeza y cuello.
La hipofaringe es la parte inferior de la faringe (garganta). La faringe es un tubo hueco de unos diez centímetros de largo que comienza detrás de la nariz, baja por el cuello y termina en la parte superior de la tráquea y el esófago (el tubo que va de la garganta al estómago). El aire y los alimentos pasan por la faringe de camino a la tráquea o al esófago.
La mayoría de los cánceres de hipofaringe se forman en las células escamosas, las células finas y planas que recubren el interior de la hipofaringe. La hipofaringe tiene tres zonas diferentes. El cáncer puede encontrarse en una o varias de estas zonas.
Factores de riesgo del cáncer de hipofaringe
Todo lo que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se denomina factor de riesgo. Los factores de riesgo del cáncer de hipofaringe pueden ser:
- Fumar y/o mascar tabaco
- Consumo moderado o intenso de alcohol (más de una bebida al día)
- Mala alimentación
- Infección por el virus del papiloma humano (VPH)
- Síndromes genéticos (mutaciones genéticas heredadas)
- Exposición en el lugar de trabajo a determinados humos y productos químicos
- Sexo (más frecuente en hombres que en mujeres)
- Edad (más común entre los pacientes de 65 años o más)
- Raza (más común entre afroamericanos y caucásicos)
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Tenga en cuenta que tener un factor de riesgo, o incluso varios de ellos, no significa que vaya a padecer cáncer de hipofaringe. Asimismo, muchas personas que contraen la enfermedad pueden tener pocos o ningún factor de riesgo conocido.
Signos y síntomas del cáncer de hipofaringe
Hay varios signos y síntomas que podrían estar relacionados con el cáncer de hipofaringe; sin embargo, es importante recordar que también pueden ser síntomas de otras enfermedades. Consulte a su médico si tiene:
- Un bulto en el cuello
- Dolor de oído inexplicable
- Dolor o dificultad al tragar
- Dolor de garganta persistente
- Tos constante y persistente
- Dificultad para respirar
Si alguno de estos síntomas se prolonga más de tres semanas, es conveniente que lo revise un médico. Si se trata de un cáncer, la detección precoz puede dar mejores resultados en el tratamiento.