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Cáncer de pulmón

Detección y diagnóstico del cáncer de pulmón

Es bien sabido que tratar el cáncer lo antes posible facilita su tratamiento para obtener los mejores resultados. Sin embargo, el cáncer de pulmón no suele mostrar signos hasta que la enfermedad ha avanzado a una fase más avanzada. En el caso de las personas con mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, se ha desarrollado un proceso de cribado para intentar identificarlo antes, cuando el tratamiento es más fácil.

¿Qué es el cribado del cáncer de pulmón y quién puede someterse a él?

Las personas con alto riesgo de padecer cáncer de pulmón deben someterse cada año a una exploración pulmonar mediante tomografía computarizada de baja dosis (TCBD), sobre todo porque los síntomas del cáncer de pulmón no siempre aparecen hasta que se encuentra en una fase avanzada. 

Las pruebas de detección del cáncer de pulmón se recomiendan a las personas que:

  • Tienen entre 50 y 80 años y gozan de buena salud,
    y
  • Fuma actualmente o ha dejado de fumar en los últimos 15 años,
    y
  • Tener un historial de tabaquismo de al menos 20 paquetes al año. (Es el número de paquetes de cigarrillos al día multiplicado por el número de años fumados. Por ejemplo, alguien que fumó 2 paquetes al día durante 10 años [2 x 10 = 20] tiene 20 paquetes-año de tabaquismo, al igual que una persona que fumó 1 paquete al día durante 20 años [1 x 20 = 20]).

Además, es importante que las personas que vayan a someterse a un cribado:

  • Recibir asesoramiento para dejar de fumar si actualmente fuman,
    y
  • Han sido informados por su médico sobre los posibles beneficios, límites y perjuicios del cribado con LDCT,
    y
  • Puede acudir a un centro con experiencia en cribado y tratamiento del cáncer de pulmón.

Lea las directrices de la Sociedad Americana del Cáncer sobre el cribado del cáncer de pulmón.

Pruebas del cáncer de pulmón 

Se utilizan diversas pruebas para detectar, diagnosticar e incluso estadificar el cáncer de pulmón o determinar si el cáncer se ha extendido (metastatizado) a otra parte del cuerpo.

A menudo, una biopsia es la única forma segura que tiene su médico de saber si una zona del cuerpo tiene cáncer. En una biopsia, el médico toma una pequeña muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. Si no es posible realizar una biopsia, el médico puede sugerir otras pruebas para ayudar a establecer un diagnóstico.

Su médico puede tener en cuenta estos factores a la hora de elegir una prueba diagnóstica:

  • Tamaño, localización y tipo de cáncer sospechado
  • Sus signos y síntomas
  • Su edad y su estado de salud general
  • Los resultados de pruebas médicas anteriores

Además de un examen físico y preguntas sobre su historial médico familiar, se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar y estadificar los distintos tipos de cáncer de pulmón, incluido el cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) y el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP). 

Pruebas para detectar y estadificar el cáncer de pulmón microcítico

  • Radiografía de tórax: Radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Un rayo X es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película, obteniendo una imagen de zonas del interior del cuerpo.
  • Tomografía computarizada (TC) del cerebro, el tórax y el abdomen: Serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, tomadas desde distintos ángulos. Las imágenes se obtienen mediante un ordenador conectado a un aparato de rayos X. Puede inyectarse un colorante en una vena o ingerirse para que los órganos o tejidos se vean con mayor claridad. Este procedimiento también se denomina tomografía computarizada, tomografía computerizada o tomografía axial computerizada.
  • Gammagrafía PET (tomografía por emisión de positrones): Se inyecta en una vena una pequeña cantidad de glucosa (azúcar) radiactiva, cuyo objetivo es encontrar células tumorales malignas en el cuerpo. El escáner PET gira alrededor del cuerpo y toma una imagen de los lugares del cuerpo donde se utiliza la glucosa. Las células tumorales malignas aparecen más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
  • Citología de esputo: Se utiliza un microscopio para comprobar la presencia de células cancerosas en el esputo (moco expulsado de los pulmones).
  • Broncoscopia: Utiliza un broncoscopio, que es un instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para ver, que se introduce a través de la nariz o la boca en la tráquea y los pulmones para observar el interior de la tráquea y las grandes vías respiratorias del pulmón en busca de zonas anormales. Un broncoscopio puede tener también una herramienta para extraer muestras de tejido, que se examinan al microscopio para detectar signos de cáncer.
  • Biopsia de pulmón por aspiración con aguja fina (FNA): Se utiliza una tomografía computarizada, una ecografía u otro procedimiento de imagen para localizar el tejido o el líquido anormal en el pulmón y, a continuación, se puede realizar una pequeña incisión en la piel donde se inserta la aguja de biopsia en el tejido o el líquido anormal. Se extrae una muestra con la aguja y se envía al laboratorio. A continuación, un patólogo examina la muestra con un microscopio para buscar células cancerosas. A continuación se realiza una radiografía de tórax para asegurarse de que no hay fugas de aire del pulmón hacia el tórax.
  • Toracoscopia: Procedimiento quirúrgico para detectar zonas anormales observando los órganos del interior del tórax. Un toracoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar. Normalmente, se realiza una incisión (corte) entre dos costillas para introducir el toracoscopio en el tórax con el fin de observar o utilizar un instrumento para extraer muestras de tejido o ganglios linfáticos que luego se examinan al microscopio para detectar signos de cáncer.

    En algunos casos, este procedimiento se utiliza para extirpar parte del esófago o del pulmón. Si no se puede acceder a determinados tejidos, órganos o ganglios linfáticos, la toracotomía puede implicar una incisión mayor entre las costillas para abrir el tórax.
     
  • La toracocentesis utiliza una aguja para extraer líquido del espacio entre el revestimiento del tórax y el pulmón. Un patólogo observa el líquido al microscopio en busca de células cancerosas.

Pruebas para detectar y estadificar el cáncer de pulmón no microcítico

  • Pruebas de laboratorio: Incluye el análisis de muestras de tejido, sangre, orina u otras sustancias del organismo. Estas pruebas ayudan a diagnosticar enfermedades, planificar y controlar el tratamiento o hacer un seguimiento de la enfermedad a lo largo del tiempo.
  • IRM (resonancia magnética): Procedimiento que utiliza un imán, ondas de radio y un ordenador para obtener una serie de imágenes detalladas de zonas del interior del cuerpo, como el cerebro. Este procedimiento también se denomina resonancia magnética nuclear (RMN).
  • Gammagrafía ósea con radionúclidos: Se utiliza para comprobar si hay células que se dividen rápidamente, como células cancerosas, en el hueso. Se inyecta en una vena una cantidad muy pequeña de material radiactivo que viaja por el torrente sanguíneo. El material radiactivo se acumula en los huesos y es detectado por un escáner.
  • Ecografía endoscópica (EE): Procedimiento en el que se introduce un endoscopio en el cuerpo. Se utiliza una sonda situada en el extremo del endoscopio para hacer rebotar ondas sonoras de alta energía (ultrasonidos) en los tejidos u órganos internos y producir ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos corporales denominada ecografía. Este procedimiento también se denomina endosonografía. La USE puede utilizarse para guiar la biopsia por aspiración con aguja fina (AAF) del pulmón, los ganglios linfáticos u otras zonas.

En Virginia Oncology Associates, comprendemos que recibir un diagnóstico de cáncer de pulmón puede ser abrumador. Nuestros especialistas en cáncer de pulmón se dedican a ofrecer a los pacientes una atención personalizada y las últimas opciones de tratamiento.