Radiofármacos
Los radiofármacos utilizados en el tratamiento del cáncer son sustancias pequeñas y sencillas que contienen un isótopo radiactivo o una forma de un elemento. Se dirigen a zonas específicas del cuerpo donde hay cáncer. La radiación emitida por el isótopo mata las células cancerosas. Estos isótopos tienen vidas medias cortas, lo que significa que la mayor parte de la radiación desaparece en pocos días o semanas. Los radiofármacos más comunes que se utilizan en el tratamiento del cáncer son: de pulmón, ovario, útero y próstata, de tiroides y de tejido óseo canceroso.