Opciones de tratamiento
Los hombres a los que se les ha diagnosticado un cáncer testicular tienen varias opciones de tratamiento en función del tipo y el estadio. La recomendación del oncólogo para un paciente puede ser diferente para otro en función de estos factores.
La mayoría de los hombres comenzarán con una intervención quirúrgica para extirpar el testículo. Tras determinar si el cáncer se ha extendido y el tipo de cáncer testicular que es, el urólogo u oncólogo puede recomendar uno o varios de los siguientes tratamientos:
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Vigilancia (espera vigilante)
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Quimioterapia
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Radioterapia
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Quimioterapia de alta dosis con trasplante de células madre
Cirugía
Después de que el médico extirpe el testículo, se evaluará el tumor para determinar de qué tipo de cáncer testicular se trata y para ver si se ha extendido. A algunos hombres se les extirpan los ganglios linfáticos de la zona de la ingle durante la cirugía inicial o en una cirugía de seguimiento para ayudar a determinar si se ha extendido más allá del testículo.
Los efectos secundarios de la cirugía pueden ser los siguientes
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La mayoría de los hombres experimentan algo de dolor después de la cirugía, pero eso puede aliviarse con analgésicos.
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Los efectos a corto plazo incluyen hemorragias, reacciones a la anestesia, infecciones y coágulos de sangre.
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Es posible que la pérdida de un testículo no afecte a la capacidad de tener una erección o mantener relaciones sexuales. Sin embargo, cuando se extirpan ambos testículos, no puede producir esperma y se vuelve infértil.
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La pérdida de masa muscular y la fatiga también podrían convertirse en problemas, pero con los suplementos de testosterona, estos efectos secundarios pueden controlarse.
Vigilancia
Su médico sopesará muchos factores antes de recomendar el tratamiento. Tras una conversación sobre los riesgos y efectos secundarios del tratamiento, puede decidir que la vigilancia activa, o la espera vigilante, es la opción adecuada para usted. Algunas consideraciones para elegir la vigilancia en lugar de un plan de tratamiento agresivo podrían incluir el hecho de que su cáncer testicular es de crecimiento lento y se encuentra en una fase temprana de desarrollo. Su médico también podría recomendar la vigilancia si considera que su edad u otros problemas de salud podrían mermar la eficacia del tratamiento.
Si su cáncer testicular no se ha extendido más allá de los testículos, es posible que su oncólogo vigile de cerca su estado hasta 10 años. Tras la decisión inicial de vigilancia, su médico debe realizar controles periódicos de tres a seis meses, que incluyen pruebas de imagen. Si estas pruebas no indican que el cáncer se ha extendido más allá de los testículos, no es necesario ningún tratamiento adicional. Sin embargo, si el cáncer se ha extendido más allá de los testículos, puede ser necesaria la radiación y/o la quimioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia se utiliza con mayor frecuencia en pacientes cuyo cáncer se ha extendido fuera del testículo. También se utiliza para ayudar a disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer después de la extirpación del testículo. No suele utilizarse para tratar el cáncer que sólo está en el testículo.
La radioterapia
La radioterapia externa suele utilizarse para tratar el cáncer testicular que se ha extendido a los ganglios linfáticos o a órganos distantes como el cerebro. La radiación externa es la más habitual, ya que utiliza un haz de radiación enfocado normalmente en la parte posterior del abdomen (los ganglios linfáticos retroperitoneales). La radioterapia es capaz de eliminar cualquier trocito de cáncer en esos ganglios linfáticos que no se puede ver. También puede utilizarse para tratar pequeñas cantidades de seminoma que se han extendido a los ganglios (según los cambios observados en las imágenes que se toman, como los TAC o los TEP).
Quimioterapia de alta dosis con trasplante de células madre
El cáncer de testículo puede tratarse a menudo con éxito con quimioterapia, pero a veces se necesita una dosis más fuerte. Cada situación es diferente, pero los médicos normalmente no administran una dosis más alta de quimio porque puede dañar la médula ósea del cuerpo. La médula ósea produce las células sanguíneas del cuerpo. Si esta zona está dañada, puede causar graves problemas de salud relacionados con un bajo recuento de células sanguíneas.
Los médicos pueden ahora utilizar el trasplante de células madre para contrarrestar las dosis más altas de quimioterapia. Según cancer.gov, se administran altas dosis de quimioterapia que matan tanto a las células cancerosas como a las sanas, incluidas las que forman la sangre. Una vez destruidas las células, se realiza un trasplante de células madre. Así se reponen las células hematopoyéticas. En el trasplante de células madre se toman células madre (células sanguíneas inmaduras) de la sangre o de la médula ósea del paciente (antes de iniciar el tratamiento) o de un donante durante las semanas previas a la intervención. Las células se congelan y almacenan, y se utilizan según las necesidades del paciente.
Las células madre almacenadas se descongelan y se devuelven al paciente mediante una infusión. Una vez que las células vuelven a la médula ósea, pueden empezar a producir nuevas células sanguíneas.
Los trasplantes de células madre suelen utilizarse para tratar el cáncer testicular recurrente. Es posible que el paciente tenga que permanecer en el hospital durante un periodo de tiempo durante este tratamiento.
Ensayos clínicos para el cáncer de testículo
Un ensayo clínico podría ser otra alternativa que quizá quiera discutir con su médico. Participar en un ensayo clínico puede ser la mejor opción de tratamiento para usted. Virginia Oncology Associates es un destino de investigación que se "dedica a probar la seguridad y eficacia de tratamientos nuevos o modificados".
Visite nuestra sección de ensayos clínicos para obtener más información sobre los ensayos de investigación, incluidos los que están disponibles a través de Virginia Oncology Associates.