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Cáncer de hígado

Opciones de tratamiento del cáncer de hígado

Las opciones de tratamiento para el cáncer de hígado incluyen: cirugía, ablación (este procedimiento utiliza corriente eléctrica de alta frecuencia para calentar y destruir las células cancerosas), embolización (este procedimiento implica la inyección de sustancias para tratar de bloquear o reducir el flujo de sangre a las células cancerosas en el hígado), terapia dirigida, radioterapia y quimioterapia.

Cirugía

La cirugía es una opción para las personas con un cáncer de hígado en fase inicial. El cirujano puede extirpar todo el hígado (trasplante) o sólo la parte que tiene cáncer (hepatectomía). Si se extirpa todo el hígado, se sustituye por tejido hepático sano de un donante.

Extirpación de parte del hígado:

Se puede extirpar hasta el 80% del hígado. El cirujano deja el tejido hepático normal. El tejido sano restante se encarga del trabajo del hígado. Además, el hígado puede volver a crecer la parte que falta. Las nuevas células crecen durante varias semanas.

Trasplante de hígado:

  • El trasplante de hígado es una opción si los tumores son pequeños, la enfermedad no se ha extendido fuera del hígado y se puede encontrar tejido hepático donado adecuado. El tejido hepático donado procede de una persona fallecida o de un donante vivo. Si el donante está vivo, el tejido es parte de un hígado, en lugar de un hígado entero.
  • Cuando se dispone de tejido hepático sano de un donante, el cirujano de trasplantes le extirpa todo el hígado (hepatectomía total) y lo sustituye por el tejido donado.

Ablación

Los métodos de ablación destruyen el cáncer en el hígado. Pueden utilizarse en personas que esperan un trasplante de hígado o en personas que no pueden someterse a una cirugía o a un trasplante de hígado. La cirugía para extirpar el tumor puede no ser posible debido a la cirrosis u otras condiciones que causan una mala función del hígado, la ubicación del tumor dentro del hígado u otros problemas de salud.

Los métodos de ablación incluyen los siguientes:

  • Ablación por radiofrecuencia: El médico utiliza una sonda especial que contiene diminutos electrodos para eliminar las células cancerosas con calor.
  • Inyección percutánea de etanol: El médico utiliza una ecografía para guiar una fina aguja hasta el tumor hepático. El alcohol (etanol) se inyecta directamente en el tumor y mata las células cancerosas. El procedimiento puede realizarse una o dos veces por semana. Por lo general, se utiliza anestesia local, pero si tiene muchos tumores en el hígado, puede ser necesaria la anestesia general.

Embolización

Para quienes no pueden someterse a una operación o a un trasplante de hígado, la embolización o la quimioembolización pueden ser una opción. El médico introduce un pequeño catéter en una arteria de la pierna y lo desplaza hasta la arteria hepática.

Para la embolización, el médico inyecta pequeñas esponjas u otras partículas en el catéter. Las partículas bloquean el flujo de sangre a través de la arteria. Según el tipo de partículas utilizadas, el bloqueo puede ser temporal o permanente.

Sin el flujo sanguíneo de la arteria hepática, el tumor muere. Aunque la arteria hepática esté bloqueada, el tejido hepático sano sigue recibiendo sangre de la vena porta hepática.

Para la quimioembolización, el médico inyecta un fármaco anticanceroso (quimioterapia) en la arteria antes de inyectar las diminutas partículas que bloquean el flujo sanguíneo. Sin flujo sanguíneo, el fármaco permanece más tiempo en el hígado.

Terapia dirigida

Las personas con cáncer de hígado que no pueden someterse a una intervención quirúrgica o a un trasplante de hígado pueden recibir un fármaco denominado terapia dirigida. Los comprimidos de sorafenib (Nexavar) fueron la primera terapia dirigida aprobada para el cáncer de hígado.

La terapia dirigida frena el crecimiento de los tumores hepáticos. También reduce su riego sanguíneo. El fármaco se toma por vía oral.

La radioterapia

Laradioterapia utiliza rayos de alta energía para eliminar las células cancerosas. Puede ser una opción para algunas personas que no pueden someterse a la cirugía. A veces se utiliza con otros enfoques. La radioterapia también puede utilizarse para ayudar a aliviar el dolor del cáncer de hígado que se ha extendido a los huesos.

Los médicos utilizan dos tipos de radioterapia para tratar el cáncer de hígado:

  • Radioterapia externa: La radiación procede de una gran máquina. La máquina dirige los haces de radiación hacia el pecho y el abdomen.
  • Radioterapia interna: La radiación procede de pequeñas esferas radiactivas. Un médico utiliza un catéter para inyectar las diminutas esferas en la arteria hepática. Las esferas destruyen el suministro de sangre al tumor hepático.

Quimioterapia

Laquimioterapia, el uso de fármacos para eliminar las células cancerosas, se utiliza a veces para tratar el cáncer de hígado. Los fármacos suelen administrarse por vía intravenosa. Los fármacos entran en el torrente sanguíneo y viajan por todo el cuerpo.