Diagnóstico del sarcoma
Si se sospecha que se trata de un sarcoma de tejidos blandos, se realizará una biopsia. El tipo de biopsia se basará en el tamaño y la localización del tumor.
Hay tres tipos de biopsias que se utilizan habitualmente.
Su médico elegirá el mejor para usted:
- Biopsia de núcleo: extracción de tejido mediante una aguja ancha.
- Biopsia por escisión: Extirpación de todo un bulto o zona de tejido que no parece normal.
- Biopsia incisional: Extirpación de una parte de un bulto o de una muestra de tejido.
Pruebas utilizadas para diagnosticar el sarcoma
Se pueden realizar las siguientes pruebas en el tejido extraído:
- Análisis citogenético: Se utiliza para buscar ciertos cambios en los cromosomas.
- FISH (hibridación fluorescente in situ): Prueba de laboratorio utilizada para observar los genes o los cromosomas en las células y los tejidos.
- Citometría de flujo: Prueba de laboratorio que mide el número de células en una muestra, el porcentaje de células vivas en una muestra y ciertas características de las células, como el tamaño, la forma y la presencia de marcadores tumorales en la superficie celular.
- Estudio inmunohistoquímico: se utiliza para diferenciar los distintos tipos de cáncer.
- Microscopía óptica y electrónica: Se utiliza para buscar ciertos cambios en las células.